"Un viaje de mil millas comienza con el primer paso"

jueves, 27 de noviembre de 2008

La Venecia del Norte



Brujas es conocida como la Venecia del Norte, por la cantidad y la belleza de los canales que la atraviesan. Canales, puentes, plazas, parques, iglesias y callejuelas empedradas… eso es Brujas. Las típicas y alegres casas belgas de tejado a dos aguas, propiedad de la antigua aristocracia, adornan el resto del paisaje. Majestuosa y elegante, todos son resquicios de su pasado esplendor.

El tren es una de las formas más cómodas de llegar a Brujas. Frente a su estación de tren se encuentran cientos de bicis esperando a ser alquiladas por los turistas, que disfrutarán de un mágico paseo por las calles de la ciudad, muchas de ellas peatonales. Los que no quieran pedalear pueden optar por un romántico recorrido en un coche de caballos o por navegar en barca por los canales. De todos modos, Brujas no es muy grande, y en un día puedes explorarla a pie.

El lugar más importante de toda ciudad belga es su plaza mayor. En Brujas hay dos: Grote Mark, donde se encontraba el mercado; y el Burg, donde se sitúa la Basílica de la Santa Sangre. En este templo puede contemplarse la mismísima sangre de Cristo, recuperada en la Segunda Cruzada por el conde de Flandes.

Otra de las atracciones de Brujas son los viejos molinos de viento situados a las afueras de la ciudad, junto al río. Se encuentran en perfecto estado de conservación, como todo por aquí.

Un lugar perfecto para relajarse y desconectar de la vida en la gran ciudad.

Pues eso, de cuento de hadas.




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